La honestidad japonesa es bien conocida a nivel mundial. Pensar en una tienda desatendida por el propietario en occidente seguramente nos hace pensar en que, ni los productos ni el dinero durarían mucho.
Vivo en un país, Colombia, donde desde niños nuestros padres y abuelos repiten el dicho popular: “El vivo vive del bobo”, y siempre he pensado que esta, casi filosofía popular, es la causante de la corrupción en nuestra nación.
Pensar en que el descuido del otro o mejor dicho “su confianza”, es mi oportunidad para quitarle algo, ya sea material, dinero o incluso la dignidad, es realmente una vergüenza.
Pero no todo está tan mal en este lado del mundo, en mi ciudad: Medellín, se llevó a cabo una campaña sorprendente que de inmediato me hizo pensar en el modelo japonés del que hablaré un poco mas adelante.

Imagen tomada de: Telemedellin.tv
La tienda de la confianza
Este es un proyecto social de la Alcaldía de Medellín que busca promover el buen comportamiento de la ciudadanía y resaltar la honestidad de los “Paisas” (Gentilicio de los habitantes de los departamentos de Antioquia y el eje cafetero).
¿Cómo funcionan?
Se instalaron diferentes puntos de venta en toda la ciudad, que consisten básicamente en cajones de madera con productos del mismo precio, estos puntos de venta no tienen a un vendedor que vigile sus productos ni el dinero, la idea es “Confiar”; los ciudadanos se acercan al punto de venta, toman un producto y depositan el dinero en el cajón. Si tienen un billete de mayor valor, deberán tomar el cambio ellos mismos.
Cuando vi por primera vez la tienda de la confianza de mi ciudad, lo primero que pensé fue: “Esto definitivamente fue traído de Japón”.
¿Qué son las Mujin Hanbai sho?
Este modelo de tiendas son populares en las zonas rurales y agrícolas de Japón. Mujin Hanbai (無人 販売) traduce literalmente “Tienda sin personas” o “Tienda desatendida“, como su nombre lo dice, en ellas, los clientes se atienden a si mismos: toman el producto de la estantería y dejan el pago en una caja de madera ubicada a la vista.
Generalmente son dispuestas por los mismos agricultores que buscan facilitar la venta de algunos de sus productos de cosecha cuando estos no se venden en el mercado local, ya sea porque no estaban perfectos o por sobre oferta; generalmente reúnen los productos sobrantes y los acomodan en estanterías en las afueras de sus terrenos de cultivo o en los senderos de sus pueblos.
Es común ver tiendas desatendidas donde todos los productos tienen el mismo precio: 100 yenes. Otras con diferentes surtidos prefieren marcar cada producto con valores individuales.
Esta forma de venta se basa en la confianza y la honradez y es un modelo muy extendido por todo el territorio nippon. Es inevitable pensar: ¿Acaso nadie intenta robar los productos o el dinero? En la mayoría de los casos no, es bien sabido que los japoneses respetan sobre manera la propiedad ajena, sin embargo ante las dudas, existen algunos tipos de Mujin Hanbai tipo casillero donde es necesario depositar la moneda de 100 yenes para abrirlo y poder retirar el producto.
En Japón, no es necesario solicitar permisos para montar este tipo de tiendas, siempre y cuando se dediquen solo a la venta de verduras, frutas y flores. Si se trata de otro tipo de productos procesados si es necesario gestionar permisos comerciales.
Los Mujin Hanbai tiene otra característica y es que los mejores productos generalmente los encuentras en las mañanas, muy temprano, están más frescos y de mejor calidad; que sean la sobra de la venta en el mercado no significa que sean de mala calidad, al contrario, se dice que tienen mejor aspecto y calidad que los vegetales en el supermercado.
Aunque ya mencionamos que son populares en zonas rurales vale la pena aclarar que también son muy populares en Tokyo. Nerima es uno de los 23 barrios especiales de la capital japonesa y allí incluso se ha diseñado un mapa que agrupa 120 tiendas desatendidas disponibles en su zona. Realizando una búsqueda en maps de Google podemos conocer la ubicación de algunos de ellos.
No nos cansaremos de repetirlo: confianza y honestidad.
Tenemos el ejemplo de una cultura milenaria que ya nos ha dado muestras de todo el potencial y desarrollo que se puede alcanzar al inculcar estos valores en su pueblo y en segundo lugar, una pequeña ciudad en el extremo norte de Sur América que está luchando por cambiar siglos de ignorancia y subdesarrollo, el camino aun es largo pero estamos dando pasos gigantes, una meta de grandes cambios y beneficios nos espera.
Ahora cuéntanos ¿En tu ciudad existen tiendas como estas, has tenido la oportunidad de comprar en una tienda auto atendida?
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