De las cuatro estaciones del año, definitivamente, nuestra favorita es el Otoño. Aunque aclaramos que en nuestro país el clima tropical es permanente y además vivimos en una ciudad llamada “La de la eterna primavera”, nos deslumbran las imágenes, fotografías y videos de todos estos países donde los arboles se tornan rojizos y dorados, esos paisajes de maravilloso y efímero encanto que nos recuerdan que la vida es corta.

Templo Renge-ji en Kyoto
En nuestro país existe un árbol, el Almendro, que dos veces al año se pone rojito y poco a poco pierde sus hojas, cada que lo vemos pensamos en el profundo significado del otoño.
En Japón el otoño inicia en agosto, sin embargo, durante este mes aun se percibe el clima sofocante del verano, por lo que los japoneses realmente consideran que la temporada ha llegado cuando han pasado algunos días de septiembre y empieza a soplar una fresca brisa, llegan las libélulas rojas, dejan de cantar las cigarras y florecen las Cosmos y las Lycoris Radiata.

Flores de Cosmos – Akizakura
Flores de cosmos
En Hokkaido, los jardines de flores de cosmos, también conocidas como Akizakura (秋桜 – Cerezo de otoño), extienden sus pétalos blancos, rosa y naranja que cubren un parque de más de 10 hectáreas en donde pueden contemplarse más de 10 millones de flores. Una de las actividades de bienvenida del otoño consiste en visitar este parque llamado Taiyō-no-oka Engaru; un paisaje inolvidable.
Kiku, el crisantemo
Otra de las flores esperadas en el otoño y sobre la cual se realizan eventos y exposiciones durante octubre y noviembre es la emblemática flor imperial “Kiku”, el Crisantemo, del cual abordamos toda una publicación en nuestro sitio: Kiku, el crisantemo, la flor del otoño.

Kiku – Crisantemo dorado
Higanbana
También conocidos como Lirios araña rojos (Lycoris radiata) o flores del infierno, florecen en todo Japón durante el equinoccio de otoño, finalizando septiembre y principios de octubre. Estas hermosas flores de profundo e intenso rojo tienen una oscura historia: se les considera símbolo de muerte y pérdida y crecen con abundancia en los terrenos cercanos a los cementerios.

Higanbana – Lycoris Radiata
A esta flor se le llama Higanbana pues en la época de su florecimiento, que coincide con el equinoccio de otoño, se lleva a cabo en Japón un ritual budista conocido como “Higan” (彼岸), en este las familias recuerdan a sus antepasados y difuntos, se acostumbra a visitar los cementerios para limpiar las tumbas.

Kochia – Arbusto de otoño
Kochia
Llamada por los japoneses “Houkigusa” (箒草) son una especie de arbusto pequeño que adquiere tonos rojos oscuros cada otoño. Estos arbustos que parecen esponjas crecen en lugares más naturales o jardines ornamentales. El mejor lugar para apreciarlos es el Hitachi Kaihin Koen en la Prefectura de Ibaraki. En este parque también es posible contemplar el florecimiento de las flores de cosmos y es bien conocido durante la primavera por el florecimiento de las Nemophilia Azul, un paisaje que da la sensación de reflejar el color del cielo en el suelo.

Momiji – Arce rojo
Kōyō, el cambio de color de las hojas
Uno de los placeres del otoño es salir a contemplar el cambio de color de las hojas de algunos árboles en paisajes y lugares de incalculable belleza. Una de las especies más representativas de la temporada es el Arce rojo (Momiji), es tal vez el más reconocido en todo el mundo pues de él se habla en poemas y haikus, es motivo de decoración en Kimonos y otras prendas de vestir, ha inspirado pinturas, estampas y fotografías, es en definitiva el rey del otoño.

A la izquierda y derecha Arce rojo, en el centro Ginkgo Biloba (Nogal japonés)
Pero a su lado, otro de los favoritos es el Ginkgo Biloba o Nogal Japonés, a muchos les encanta caminar por las calles cubiertas de hojas amarillas que se desprenden de este hermoso árbol.
Desde siempre estos árboles han inspirado a arquitectos y jardineros, por lo que es común verlos en templos, santuarios, jardines, castillos, aguas termales y en las montañas de pueblos más tradicionales.

Alimentos, cosechas y pesca del otoño
Para los japoneses, el otoño es sinónimo de cosechas y alimentos frescos.
Temporada de cosechas
La temporada es perfecta para disfrutar el arroz más fresco del año, acompañado de otros productos como castañas, caquis, uvas, varios tipos de setas: siendo el más cotizado y costoso el Mitsutake que se prepara cocido al vapor, en caldo de dashi con frutos de nogal y pollo. También es época de calabazas y pesca de la Paparda del Pacífico, un tipo de pescado rico en vitaminas A, B y E que generalmente se prepara a la parrilla solo recubierto con sal, acompañado de rábano y salsa de soja.

Paparda del Pacífico y algunos alimentos del otoño
El otoño trae consigo muchas tradiciones, ya te contamos como se lleva a cabo el Tsukimi, la primera luna llena de la temporada; en otras entradas abordaremos cosas muy curiosas que ocurren, por ejemplo, en Halloween y escribiremos sobre el Shichigosan, una costumbre familiar que se realiza en noviembre.
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